Tu curso tendrá una identidad propia que refleje tu personalidad, experiencia y pasión por los temas que aborda. Es necesario pensar en eso explícitamente antes de empezar a crear contenidos y actividades. 

¿Cómo quieres que se vea tu curso? ¿Cercano? ¿Divertido? ¿Profesional? ¿Riguroso?

Además, tendrá un tono y un carácter que va a producir una atmósfera particular. Esta se da por las formas en que tu plan de estudios se expresa, comunica y representa por sí mismo. Esto puede abarcar desde el lenguaje y las palabras utilizadas hasta la forma del propio plan de estudios. Por ejemplo, un curso introductorio puede utilizar un lenguaje informal y adoptar un enfoque muy estructurado de las actividades de aprendizaje. Un curso más avanzado puede tener un lenguaje más formal con una estructura muy abierta.